Luis Enrique anunció por sorpresa que dejaría de ser el entrenador del Barcelona a final de temporada. La pregunta, entonces, fue obvia. ¿Quién será su sucesor?
Se peinó el mercado, los banquillos de España y Europa. Pero su reemplazo parecía estar en la propia Barcelona. Es más, se sentaba junto a Luis Enrique. Era Unzué, su silencioso segundo.
Rápidamente, la maquinaria mediática se puso a trabajar, y Unzué se erigió como el candidato continuista. Una decisión que evocaba al fin del 'guardiolismo'. Unzué sería el Tito de Luis Enrique.
Sin embargo, todo se fue al traste con un único partido. Noventa minutos bastaron para enterrar a Juan Carlos Unzué.
Ocurrió en Turín. La defensa de tres con la que salió el Barcelona se atribuyó al segundo de Luis Enrique, y eso le ha costado el caerse de todas las quinielas por suceder al asturiano
El Barcelona naufragó en el Juventus Stadium, y el Camp Nou ya había obrado demasiados milagros esta temporada. Fue caer en la Champions, y desaparecer Unzué de la ecuación.
El que supla a Luis Enrique vendrá de fuera, está claro. Se habla mucho de Valverde, e incluso en el Athletic le dan por perdido, pero, quién sabe...