Porque Lewandowski ni hizo amago de pararse, ni se frenó, como hace Neymar, por ejemplo. El polaco se detuvo en seco, a un metro del balón, para reanudar la carrera y chutar a puerta.
Schmeichel ya se había desequilibrado hacia su derecha, y el balón entró fácil por el palo izquierdo. El hijo del 'Gran Danés' no llegó a caer al suelo. Se fue directo a por el árbitro a protestar, y con razón.
No hubo manera. Gol y amarilla para el arquero nórdico por sus acaloradas palabras. Era el 2-0 y el partido parecía sentenciado. El 'karma' estuvo a punto de jugársela a Polonia, pues Dinamarca se quedó a las puertas de la remontada.
Lewandowski cobra el penal para el 2-0 de Polonia sobre Dinamarca. pic.twitter.com/qtehrPLbZq
— OroMéxico (@Oro_Mexico) 8 de octubre de 2016