Emiratos ganaba por 2-5 y Awana decidió gustarse. Varios jugadores del Líbano recriminaron durante y después del partido la actitud del jugador. Consideraban que les había faltado el respeto. Lo más sorprendente es que la federación del fútbol de los emiratos pensó lo mismo y condenó esa forma de tirar un penalti, todo lo contrario que el Barça con Messi y Suárez, por ejemplo.
El jugador, meses después de aquel penalti que dio la vuelta al mundo, falleció en accidente de coche en Abu Dhabi.