Desde que Simeone llegó al banquillo 'colchonero', revolucionó no solo el juego del cuadro, sino su mentalidad. La transformó en una ganadora e incluso multiplicó por varias cifras los beneficios del club, que pasó a poder competir a nivel económico con Madrid y Barcelona.
Nuevo estadio, nuevas instalaciones, nuevos fichajes... Todo ha sido gracias al buen rendimiento en la escuadra en los últimos años, pero se vive una crisis en la capital desde hace semanas. El conjunto encadena cuatro encuentros seguidos oficiales sin ganar.
Ello no pasaba desde octubre de 2017, cuando el equipo perdió ante el Chelsea y empató ante Leganés, Barcelona y Qarabag. El primer y el último duelo fueron de Champions League, mientras que los de en medio se disputaron en la Primera División.
Hubo una racha similar a finales de la campaña pasada, pero el cuarto duelo en el que los rojiblancos no ganaron -contra el Beitar Jerusalem- fue un amistoso disputado tres días después de la última jornada de Liga. Eso sí, jugaron Morata, Diego Costa, Koke, Saúl y compañía.
Esto implica que las malas sensaciones que desprende el conjunto sobre el terreno de juego están empezando a repercutir en los datos. El propio Cholo Simeon admitió que el club se encuentra en una etapa de transición. Quizá sea hacia un estilo más ofensivo.
La siguiente cita será en la máxima competición europea, ante el Lokomotiv de Moscú, que llega en baja forma a la contienda. Se espera que los madrileños sean capaces de reconducir su situación tanto en Champions League como en Liga, donde han caído a la séptima plaza.