Aunque Enes Ünal acabó firmando la justicia poética en La Cerámica, Griezmann estuvo a punto de darle los tres puntos al Atlético de Madrid con un penalti inexistente que se inventó para engañar al árbitro.
Apenas había transcurrido el primer cuarto de hora, cuando el francés se dejó caer en el área pequeña de Sergio Asenjo, desatando la ira de un Jaume Costa consciente del error del colegiado.
No perdonó Griezmann y rompió con su maldición de 15 partidos sin marcarle al Villarreal, gracias a una jugada que no debió ser sancionada.
18 de marzo de 2018