Uno de los marcadores más llamativos en la primera fecha de Champions fue la victoria (1-2) del Olympique de Lyon sobre el Manchester City de Pep Guardiola, que tuvo que ver el encuentro desde la grada por culpa de una sanción. Fue la cuarta derrota seguida 'citizen' en competición europea.
Todo porque el Olympique de Lyon apareció en Mánchester sin miedo, con las ideas claras y un plan confeccionado por Bruno Génésio, su entrenador. El técnico de los franceses apostó por un inédito 4-4-1-1 y dio la titularidad por primera vez a Cornet, que respondió con un gol.
Además, apostó por una presión adelantada que dio paso a un City irreconocible con respecto a su habitual forma de entender el fútbol. No hubo dinamismo, no hubo fútbol. Génésio se salió con la suya. Hasta aquí todo normal, pero lo llamativo es que el preparador del OL no contó nada del plan hasta el mismo día del partido.
Así lo confirmó Denayer a 'L'Équipe', contando que en la misma mañana de este miércoles la plantilla conoció cómo iba a jugar el Olympique de Lyon. Es decir, fue una sorpresa para todos. Por suerte para Génésio todo salió a pedir de boca y su equipo consiguió la primera gran sorpresa de la Champions.