Por si a alguien le quedaba alguna duda, el Manchester United firmó un partido muy serio ante el vigente campeón y se confirmó como alternativa a la Premier League más abierta en años.
Los 'red devils' mantuvieron el liderato en Anfield, aunque podrían ceder la primera plaza a un Manchester City que está embalado, tiene solo dos puntos menos y cuenta con un partido pendiente.
Gran parte de culpa en la reacción del equipo de Old Trafford la ha tenido Paul Pogba. Decenas de veces criticado, el francés ha mostrado su compromiso y hasta críticos habituales como Gary Neville han cambiado el discurso con él.
Clave fue su tanto para ganar al Burnley 0-1 y ese fue solo uno de los cinco partidos consecutivos que el internacional galo ha disputado íntegros. Paralelamente, Solskjaer ha relevado antes que a él, incluso con polémica, a Bruno Fernandes, alguien que parecía intocable.
"Ha simplificado su juego y muestra mayor disciplina", dijo Neville tras el choque de Anfield en 'Sky Sports'. Fue una más de las sólidas actuaciones de Pogba en lo que va de temporada.
El francés, que parecía más fuera que dentro del Manchester United con la llegada de Donny van de Beek, ya vuelve a ser el jugador que enamoró a Europa.