"Tiene un potencial ilimitado y con eso en mente decidimos separar las dos finales de la Liga de Campeones. Ello dará su propia plataforma al fútbol femenino para seguir creciendo y convertirse en un evento para no perderse, con su propio espectáculo televisivo", dijo Ceferin a 24 horas de la final femenina entre Wolfsburgo y Lyon en Kiev.
En declaraciones a UEFA.com, el presidente recordó la propuesta que hizo al congreso de Bratislava para separar los dos acontecimientos, de forma que en 2019 la final femenina será en Budapest y la masculina en Madrid.
Ceferin destacó el crecimiento de la popularidad del fútbol femenino, tanto por la experiencia de los aficionados como por su creciente audiencia televisiva", y aludió al aumento de un 50% de la audiencia de la Eurocopa 2017.
También habló del "trabajo duro hecho por la UEFA este año para maximizar su potencial", con el lanzamiento de la campaña "Together#WePlayStrong" (Juntos jugamos fuerte), y el incremento hasta un 7,5% de su práctica en las 55 asociaciones que la forman durante 2017.
La responsable de la unidad de fútbol femenino de la UEFA y ganadora del premio de la FIFA como jugadora del año, la alemana Nadine Kessler, insistió en que el crecimiento de éste es "una prioridad" para el organismo y destacó que cada vez sea más profesional en Europa.
"Con la presencia merecida de Wolfsburgo y Lyon en la final de este año ofreceremos un gran espectáculo a los aficionados. Desde la próxima temporada daremos a la final de la Liga de Campeones femenino su propio espacio su propia identidad. En este punto de progreso, es un día que inspirará a más gente que nunca", añadió.