La trayectoria de Éder Militao en el Real Madrid es muy complicada. Llegó con la premisa de ser el 'nuevo Pepe' por 50 millones de euros y acabó siendo una losa cuando su rendimiento distó del nivel exigido para el club madridista.
Y es que en esta temporada y media, a la falta de minutos se ha sumado la escasa fiabilidad del jugador. La campaña pasada compaginó partidos como lateral y como central sin mucho éxito, pero la puntilla llegó en este año que se le suponía de confirmación.
Su debut llegó contra el Cádiz. Militao entró en la segunda parte por la lesión de Ramos y el equipo perdió. Pero es que días después le tocó jugar con Varane ante el Shakhtar Donetsk en Valdebebas y pasó lo que pasó: un 0-3 al descanso que se maquilló, pero que dejó marcado al brasileño.
Zinedine Zidane le volvió a utilizar por las bajas contra la SD Huesca diez días después. Sería su último partido con la camiseta del Madrid hasta el pasado miércoles 20, en Copa del Rey. Marcó al descanso y parecía que se podía reivindicar, pero entonces llegó la histórica remontada del Alcoyano.
De alguna manera, Militao se las ha arreglado para estar en la mayoría de desastres del Madrid desde que llegó. Su versión más sólida contra el Alavés ha sido un auténtico alivio para el jugador, que ha mostrado que puede tener las condiciones, pero necesita trabajo y continuidad.
'Marca' asegura que el jugador se siente reparado con este último partido y que espera recuperar el estátus de tercer central que perdió con Nacho. Cuando Ramos vuelva, irá al banquillo, pero espera tener más oportunidades y no caer de nuevo en el olvido de Zidane.