El jugador de Tigres, muy del gusto de Míchel, sería la primera piedra del nuevo centro del campo que pretende el sustituto de Bruno Marioni.
Como en toda operación, hay facilidades y dificultades para que llegue a buen puerto. En el primer campo, el poco protagonismo que ha tenido Zelarayán en el Clausura (poco más de 300 minutos) puede abrir su puerta.
Por contra, el alto precio que tendría podría echar para atrás a Pumas. Según el citado medio, los seis millones de dólares (poco menos de 5,5 millones de euros) no estarían al alcance de los de la UNAM.