"Las autoridades locales no aportaron ninguna prueba de hechos recriminables o, al menos, de ningún hecho de gravedad cuya naturaleza justificaría la prohibición de asistir al partido", dijo en un comunicado.
El PSG subrayó que todos sus seguidores fueron controlados y destacó que si en esos registros o en su comportamiento hubiera habido hechos denunciables el grupo afectado no habría podido abandonar el territorio británico.
El club consideró que el Chelsea no quería aficionados del PSG en ese encuentro, que las británicas ganaron por 2-0.
Testigos locales apuntaron que las degradaciones denunciadas en la cercanía del estadio de Kingston, según su nota, serían anteriores a la llegada de los aficionados a Londres.
"Aportamos nuestro apoyo total a los seguidores del PSG, que en un día de diario organizaron su tiempo para ir a apoyar a nuestro equipo femenino, y contamos con su fervor de cara al partido de vuelta, el próximo miércoles en París", concluyó.
Según el diario 'Le Parisien', 64 ultras del PSG, miembros del Colectivo Ultras París (CUP), fueron acompañados a la frontera británica, acusados de degradaciones y de posesión de objetos peligrosos.