Hay dos maneras de tomarse la falta de apoyo. A la tremenda o con originalidad. Y eso último hicieron los responsables del Puskás Akadémia FC, quienes se vieron solos en su desplazamiento al campo del Mezokovesd-Zsóry.
Sin público real, cargaron en sus autobuses un nutrido grupo de seguidores de cartón. Obviamente, no pudieron animar mucho, aunque los jugadores del club húngaro también se aseguraron de no recibir pitos por parte de los suyos.
De hecho, el encuentro, disputado hace unos días, terminó con victoria por 2-0 para los futbolistas locales, por lo que fue mejor para el Puskás Akadémia contaron con esa improvisada hinchada.
Llama la atención cómo fueron confeccionados los aficionados. Ninguno de ellos tenía pelo. Lo más llamativo, sin duda, es que los que tenía pintada la camiseta de azul sonreían, mientras que los de amarillo tenían caras tristes.
Al menos, así lograron simular situaciones reales.