No todos los días son fiesta, por más que haya 27 puntos de diferencia con tu rival. El Racing impuso su calidad en Gernika, pero no su puntería, por eso se volvió hacia suelo cántabro con solo un punto.
Fue justo ante la incapacidad de uno y de otro. Eso sí, no hubo nada que reprocharle a los jugadores racinguistas. Acaso, la puntería.
Tras un arranque de dominio local y contras visitantes, en el ecuador de la primera mitad una gran jugada de Rafa de Vicente acabó con tiro ajustado de Nico Hidalgo que casi supuso el 0-1.
Pero más clara aún fue la oportunidad para Dani Segovia diez minutos después. Desde el punto de penalti no pudo concretar el gol. Por si fuera poco, él mismo tuvo otra dos minutos después, pero Garrantxo sacó el tanto bajo palos.
Así siguió escribiéndose el duelo, con buenas oportunidades. El cénit llegó con la de Cejudo, pero su mano a mano lo abortó el meta del Gernika, el mejor de los 22 en el césped.
El primero puesto, eso sí, no solo no se vio amenazado, sino que mejoró incluso tras la derrota del Barakaldo y el empate del Mirandés.