Cuarta derrota consecutiva del Real Zaragoza en La Romareda. Cero puntos de los últimos 12 en juego como local de un equipo que daba miedo en su estadio, sensación de angustia que ha desaparecido por completo tras el paso del Alcorcón (1-3), del Almería (0-2), SD Huesca (0-1) y, este lunes, Rayo Vallecano (2-4). El conjunto dirigido por Paco Jémez, en cambio, sumó tres puntos de oro que le colocan a solo dos puntos del Elche, que marca el acceso al 'play off' de ascenso a LaLiga.
No tardaría nada en abrirse una lata que terminó rebosando de goles. Esteban Saveljich desbarató una acción de Miguel Linares en el 3' y el primero llegó en la siguiente jugada del partido: Javi Puado realizó la prolongación más rara de su carrera deportiva, con la nuca, y el Pichu Atienza, como si llevase toda su vida jugando de delantero centro, batió a Dimitrievski con un gran remate a la media vuelta.
Javi Puado pudo firmar el segundo antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, pero el linier levantó el banderín al instante y Pérez Pallas, desde el VAR, le refrendó: el Zaragoza, a centímetros de celebrar el segundo gol. El conjunto rayista, que saltó 'k.o.' al verde de La Romareda, fue ganando terreno con el paso de los minutos. Juan Villar avisó a la media hora de juego, pero ya no iba a volver a perdonar.
La sirena del recreo
El onubense se encontró con un balón botando en el corazón del área maña y fusiló a Cristian Álvarez con un cañonazo que entró cerca del travesaño. Cómo le sentaría el tanto del empate al combinado aragonés, que saltó al terreno de juego tras el paso por los vestuarios aún conmocionado. Juan Villar, solo seis minutos después de la reanudación, empujaba a gol una gran asistencia de Jorge de Frutos desde la línea de fondo.
Parecía que el doblete del delantero del Rayo Vallecano frenaría el arreón de los de Paco Jémez, pero entonces llegó el regalo del Pichu Atienza. Error garrafal del central en la salida del balón desde atrás, Álvaro García recogió el juguete, le rompió la cadera y firmó el tercero con un disparo al palo largo.
El equipo madrileño pudo haber hecho lo que hubiera querido con un rival que estaba a su merced. Sin embargo, eligió quitar el pie del acelerador, lo que propició la mejoría de un Zaragoza que volvió a meterse en el partido a la hora de juego. Javi Puado, tras un magnífico envío al espacio de Guti, picó el balón por encima de Dimitrievski para firmar el 2-3.
Con todavía media hora por delante se preveía un tramo final de choque de ida y vuelta y con ocasiones en ambas porterías... pero Paco Jémez dio entrada en el campo a Santi Comesaña en el lugar de Juan Villar y decidió echarle el cerrojo al encuentro. Ni una sola oportunidad de peligro para los locales durante los últimos 30 minutos del choque.
El Rayo no solo logró alejar al conjunto maño de la portería de Dimitrievski, sino que terminó ampliando la renta en el tiempo de prolongación. Óscar Trejo, a placer, cabeceaba a la red el rechace de Álvarez al intento de Isi de vaselina. El cuarto para cerrar un gran partido de un equipo que vuelve a llamar a la puerta de Primera División.