El amago de reacción que tuvo el conjunto vallecano hace más de un mes que desapareció. De hecho, ahora mismo la curva es muy descendiente, y ello podría tener consecuencias inmediatas.
Después de caer contra el Girona, los dirigentes del club madrileño están estudiando si mantienen a Míchel en el cargo o si optan por una solución más radical, algo que a día de hoy no está muy claro.
Las sensaciones son bastante malas, aunque la permanencia se encuentra todavía a dos puntos, aunque el Celta debe jugar aún este domingo.
Pase o no, lo cierto es que va disminuyendo la confianza en el actual entrenador, quien podría afrontar un 'match ball' contra el Barcelona en el Camp Nou, un test más que complicado.