La primera mitad fue una locura en Vallecas. Los locales salieron al campo como iban a estar durante todo el tramo: superiores a sus rivales. Bebé estuvo especialmente activo con un par de disparos lejanos que no fueron efectivos, pero sirvieron para romper el hielo.
Saveljich abrió la lata con un buen gol de cabeza gracias a un centro de Embarba. El '11' aprovechó la segunda acción de un saque de esquina para hacerse hueco en la banda y habilitar a su compañero. Desde entonces, los de Iván Ania metieron una marcha más.
Figueras y Cejudo fueron los que más cerca estuvieron de empatar, pero el encuentro dio un vuelto a partir de la media hora de juego. Nkaka y Pascual fueron expulsados al recibir sus segundas tarjetas amarillas en el enfrentamiento. Ambas por entradas por detrás.
Por si fuera poco para darle un toque de sal al partido, Embarba empaló la pelota en el larguero al sacar la falta que hizo el centrocampista belga. Paco Jémez se puso entonces manos a la obra y dio entrada a Milic por Pozo para equilibrar a los suyos.
Los vallecanos salieron al campo en el segundo acto con energías renovadas y la misma tónica que a inicios del partido. Bebé disparaba desde lejos y Embarba lo intentaba también. Poco después, Luna cometió un dudoso penalti sobre Cayarga al derribarle sin el balón el juego, pero Yoda lo falló, pues le dio al larguero.
Los de la capital no se echaron atrás y siguieron creando peligro. Embarba estuvo cerca de rematar un centro de Bebé, pero no llegó. Sergio Ruiz llegó a marcar para el Racing, pero estaba en claro fuera de juego cuando chutó a puerta en el segundo palo.
En la recta final, los madrileños siguieron dominando en busca de la sentencia y Bebé pudo ponerla tras una gran jugada por la izquierda, pero falló. Nuha tuvo la mejor de los visitantes en su testa, pues erró un cabezazo que pudo ser clave a pase de Mario Ortiz.
El último intento a la desesperada de los cántabros acabó en tragedia. Luca salió de su portería para sumarse a los suyos en un córner, pero fue a la contra el cuadro de Jémez y Bebé aprovechó para marcar a puerta totalmente vacía el segundo tanto de su escuadra.
Finalmente, el Rayo se llevó la victoria sin dejar de atacar hasta el pitido final. Sus contrincantes generaban peligro en cuanto tenían ocasión, pero el buen hacer defensivo contrario y su mayor dominio de la pelota valieron tres puntos. Sigue sin ganar el cuadro santanderino en Liga.