Pese a la recomendación del alcalde de suspender el partido por el estado de la cubierta de Balaídos, el Real Madrid no quiere que se retrase el encuentro ante el Celta.
Los dirigentes blancos le han solicitado a LaLiga que se cierra la zona afectada y se dispute el encuentro con total normalidad.
De momento, se trabaja a marchas forzadas para encontrar una solución, ya que LaLiga ha informado que el encuentro no se puede disputar en otro lugar que no sea Balaídos.
El Real Madrid pretende seguir haciendo presión para que se dispute mañana, aunque el Celta y el alcalde de Vigo no la tienen todas consigo para jugar mañana.