La lucha por evitar el descenso se convirtió en los primeros minutos en un encuentro de ida y vuelta, aunque con más viajes hacia la meta que defendió Cristian Álvarez, ya que el Nàstic comenzó arrollando en su estadio.
Fali adelantó a los suyos cuando solo habían transcurrido cuatro minutos de juego, pero los de Enrique Martín querían más y, por ello, los ataques eran continuos frente a un Zaragoza que no había entrado en el partido.
En una de las cabalgadas por la izquierda se produjo una jugada extraña, a la par que curiosa. Un recogepelotas había entrado en el terreno de juego para recoger un balón y estuvo a punto de participar en la jugada.
La velocidad de Luis Suárez pilló por sorpresa al joven, que resbaló en ese momento, aunque, afortunadamente para todos, estaba más alejado de la acción como para interrumpirla. De este modo se completó un inicio de partido de locos en Tarragona.