El reconocimiento facial, el nuevo arma contra la violencia

Todo ello se analizó en una mesa redonda dentro del World Football Summit que se celebra en Madrid y que contó con la presencia de Florentino Villabona (director del departamento de Integridad y Seguridad de LaLiga), Antón Fernández Almirón (director de seguridad en grandes eventos de Everis) y José Ferrentino (director de comunicación del Ministerio de Seguridad de Argentina).

"Me siento muy orgulloso porque hay un compromiso por parte de LaLiga de luchar contra la violencia y están haciendo extraordinarias funciones para expulsar a los violentos de los estadios. Con el conocimiento que me ha dado mi profesión, no tiene nada que ver el fútbol de ahora con el de hace cinco o siete años. Eso no significa que haya que bajar la guardia, tenemos que seguir trabajando todos", explicó Villabona.

El representante de LaLiga valoró positivamente el esfuerzo por alejar los incidentes violentos del interior de los estadios y se refirió a la muerte de Francisco Javier Romero 'Jimmy', seguidor del Deportivo de La Coruña, como un detonante.

"La muerte de Jimmy fue un hecho insólito porque ni a la Policía ni a los clubes se les ocurre que unos señores hagan 600 kilómetros de viaje y se citen a las nueve para agredirse. LaLiga y la Policía tomaron nota".

Por lo que respecta al uso de la tecnología, Antón Fernández habló sobre la biometría: "A partir del 2015 LaLiga tiene un cambio de ritmo en seguridad. Una de las primeras medidas fue la creación de la grada de animación, una forma de darle un nuevo sentido a la zona donde van los aficionados que más animan y cantan. LaLiga quería que de allí desapareciesen los violentos".

"Solo pueden acceder abonados y tiene que estar aislada del estadio. Para aislar y echar a los violentos LaLiga planteó la posibilidad del control de acceso biométrico. Un dato biométrico tiene la misma consideración que cualquier dato de nivel alto. En el momento de la recogida de la información, el aficionado tiene que dar consentimiento de cesión de datos. El club tiene la obligación de tener un registro, un fichero", aclaró.

Asimismo manifestó: "LaLiga estima que entran 220 personas en 25 minutos por cada torno, un dato bastante bueno. En cuanto al coste, Laliga es la primera que quiere concienciar y es quien se encarga de la implantación. Para los clubes no tiene coste. Pero el coste es relativamente bajo, por cada torno no llega a mil euros".

En lo referente al futuro, cree que el reconocimiento facial será uno de los siguientes pasos: "Lo que más preocupa es lo que se genera con la gente que viene de fuera. Esos desplazamientos pueden llegar a generar problemas y creemos que la solución pasa por el reconocimiento facial. Es menos invasivo, genera menos rechazo de la afición y no requiere cooperación por parte del aficionado. El reconocimiento facial va a ser muy importante".

En cuanto a Ferrentino, detalló la situación en Argentina: "Tenemos serios problemas en materia de seguridad en el fútbol desde hace muchísimos años y se han incrementado en la última década. Cuando asumimos el Gobierno uno de los temas era acabar con la violencia en el fútbol".

"Empezamos a hacer un camino al andar. Los ultras son muchos y tienen connivencia con la dirigencia, con la policía, con la justicia... una mafia compleja de trabar. En materia de seguridad lo primero fue un sistema muy sencillo. A casi dos años del inicio de ese programa hay más de cuatrocientas personas que volvieron a la cárcel por tener pedido de captura", destacó.

Ferrentino se refirió a lo sucedido en el derbi bonaerense entre Boca Juniors y River Plate: "Hubo cuatro detenidos por videocaptura, controles a los micros que llevaban a las barras bravas hasta la puerta del estadio. Hubo saturación, en el buen sentido, de policías controlando con DNI... es el camino que queremos mostrar. Nuestro fin es que la familia vuelva a disfrutar del espectáculo futbolístico, que la cancha esté teñida de alegría y diversión".

Pese a los avances, no quiso marcar plazos: "Está más tranquilo el fútbol argentino. Hay un problema de raíz pero trabajamos en equipo. En Argentina estamos viviendo la transformación positiva, con todos lo problemas que hay pero con un campo enorme para seguir trabajando".

"No me atrevería a poner un plazo para decir que Argentina esta funcionando bien. Todos los días damos pasos importantes y se irá notando con el tiempo. Es un proceso, y los procesos tardan", agregó en su intervención.