El rival más duro para el experto en Champions

Nadie ha podido frenar a Zidane en los duelos directos de la Liga de Campeones. En total ha dirigido en la competición 30 partidos con un balance del 67% de triunfos con 20 victorias, sobre seis empates y cuatro derrotas. Tres de ellas llegaron a la hora de la verdad, en las eliminatorias, pero nunca le costaron al Real Madrid una eliminación.

Zidane ha salido victorioso de todos sus duelos directos desde que sustituyó a Rafa Benítez en el banquillo madridista. Para encontrar la fecha de la última derrota del Real Madrid en un cruce, hay que remontarse a las semifinales de la temporada 2015-16 ante la Juventus.

El 5 de mayo de 2015 cayó derrotado en Turín 2-1 por un penalti cometido por Dani Carvajal que no desaprovechó Carlos Tévez. Fue la eliminatoria más dolorosa para Álvaro Morata, que militaba en el Juventus y tardó ocho minutos en abrir el partido con un gol que posteriormente igualó el portugués Cristiano Ronaldo.

En la vuelta, el 13 de mayo de 2015, llegó el último disgusto para el madridismo en la Champions en la confirmación de la 'venganza' de Morata, que por entonces no sabía que meses después regresaría al Real Madrid. Lo eliminaba con un nuevo tanto que igualaba el marcado por Cristiano y clasificaba a la final al conjunto italiano.

Desde entonces, todas las eliminatorias del Real Madrid las ha ganado con Zidane en el banquillo. Firma un pleno de triunfos en las eliminatorias que ha dirigido y las dos finales que ha alcanzado en una racha que se inició con el Roma con dos triunfos contundentes en octavos de final de la campaña 2016-17; sufrió el momento de mayor incertidumbre ante el Wolfsburgo tras caer 2-0 en Alemania y tener que agarrarse a la épica con una remontada (3-0) en el Santiago Bernabéu.

El Manchester City y una igualadísima semifinal fue el siguiente paso, que se decidió por un tanto en el estadio madridista (1-0). Y en la final de Milán logró su undécima Copa de Europa ante el Atlético de Madrid, en la tanda de penaltis gracias a un fallo de Juanfran tras el 1-1 con el que acabó el partido y la prórroga.

En la última edición de la Champions, los de Zidane superaron a rivales grandes en su camino hacia el título. Dos victorias ante el Nápoles en octavos antes de las exhibiciones goleadoras de Cristiano Ronaldo en cuartos frente el Bayern y en semifinales contra el Atlético de Madrid.

Con el derbi madrileño de semifinales prácticamente sentenciado gracias al 3-0 de la ida, se dio en el que sería último derbi de la historia del Vicente Calderón, la segunda derrota encajada por Zidane en duelos directos en competición europea (2-1), sin consecuencias porque el pase a la final lo sentenció una magistral jugada de Karim Benzema que acabó con un tanto de Isco.

En la final dejó una exhibición de poder goleando a la Juventus en Cardiff (4-1), conquistando la duodécima Copa de Europa para el madridismo y convirtiendo al Real Madrid en el primer equipo de la historia de la Liga de Campeones que mantiene la corona.

En la presente edición, la fortuna volvió a dar la espalda en los sorteos a Zidane pero ningún equipo ha sido capaz de frenar su racha en eliminatorias. En octavos se cruzó con el aspirante al trono, el PSG, al que le endosó un durísimo 3-1 en el Bernabéu para despertarle del sueño y lo remató en París (1-2).

Era la exhibición del vigente campeón, la recuperación de galones que estaban en duda por una Liga para el olvido, tirada antes de enero. Jugándose todo a una carta, la plantilla madridista volvió a responder en otro duelo de altos vuelos frente al Juventus.

Conquistó Turín con pegada y gran imagen (0-3), antes de ver más cerca que nunca el fin de la racha de Zidane. La remontada sufrida por el Barcelona en Roma avivó un miedo inimaginable y llegó a ver la eliminatoria igualada antes de que un penalti sobre Lucas Vázquez en el minuto 93, diese con el tanto de Cristiano Ronaldo (1-3) el octavo pase consecutivo a semifinales de Champions donde el gran clásico de Europa es el nuevo reto de un técnico con magia.