La UD Sanse consiguió sacar el partido adelante en la recta final ante el filial del Celta. Un penalti cometido por Rai significó el único tanto en un partido gris por parte de ambos equipos.
La primera parte la dominó el Celta B. El Sanse no terminaba de dar con la tecla, salvo ocasiones aisladas, y Diego Barrios salvó en varias ocasiones a los sanseros de los peligrosos intentos de Dennis y Agus Medina sobre todo.
Los de Julio Algar tomaron el control en el segundo tiemp y Dani Sotres tuvo que sacar lo mejor de sí para detener los numerosos intentos de Maganto, muy participativo, y de Mendi y Fer Ruiz.
En los últimos minutos, cuando todo apuntaba al 0-0 final, Rai Marchán cometió una rigurosa y polémica mano dentro del área que le supuso la segunda amarilla, dejando a su equipo con diez. Rubén Ramos la lanzó a la izquierda de Sotres, y los puntos se quedaron en Matapiñonera.
El Sanse, octavo con 41 puntos, viajará a Galicia la próxima semana para medirse al Rápido de Bouzas. El Celta B, noveno con los mismos puntos que los franjirrojos, jugarán frente al Racing de Ferrol en el Municipal de Barreiro.