Bologna y Sassuolo protagonizaron un auténtico partidazo que se acabó llevando, quizá con suerte pero con un pundonor brutal, el conjunto visitante gracias a un gol en propia puerta de Tomiyasu.
Los de Roberto de Zerbi acabaron tomando el Stadio Renato Dall'Ara, que se convirtió en un escenario absolutamente imprevisible. Empezando por que se llevó el duelo quien pareció tenero imposible.
A los nueve minutos de juego, Roberto Soriano adelantó al Bologna a pase de Palacio y empató después Domenico Berardi. Una igualada que parecía quedar en nada después de que los de Mihajlovic se pusieran 3-1.
En el 39', Svanberg aprovechó un balón de Soriano para meter el segundo y en la otra mitad, a la hora de partido, Orsolini dejaba prácticamente sentenciado el choque... o no.
En cuestión de diez minutos, Djuricic (64') y Caputo (70') hacían el 3-3. Al Bologna se le había ido el encuentro de las manos y lo acabó pagando cuando Tomiyasu, a la desesperada, se metió un despeje en su propia portería.