El Real Madrid no dejó las mejores sensaciones del mundo en su debut liguero en Anoeta frente a la Real Sociedad, sobre todo en una parcela ofensiva que mostró una evidente falta de gol ante el cuadro vasco.
Pese a ello, lo mejor que pudo rescatar el conjunto de Zinedine Zidane de su visita a San Sebastián fue la nueva muestra de solidez defensiva, ya que el equipo 'merengue' concedió muy pocas ocasiones de gol.
Solo un remate de Isak hizo temer a los blancos a lo largo de los 90 minutos. Y, por fortuna para el cuadro del Santiago Bernabéu, ahí estaba un hombre que se ha ganado ser uno de los referentes del club: Thibaut Courtois.
El guardameta belga, gran fichaje del verano de 2018, sembró muchas dudas en su primera temporada y no arrancó demasiado bien la segunda, pero le dio la vuelta a la situación a base de actuaciones increíbles.
Durante el tramo final de la pasada Liga, el ex del Chelsea se mostró como un muro prácticamente infranqueable y fue clave para que el Real Madrid volviese a reinar en la competición de la regularidad.
Ahora, su parada trascendental en el debut le ha dado al conjunto blanco un punto que, al final del torneo, puede ser más que valioso. Y es que los partidos se ganan en las áreas y el Real Madrid, en una de ellas, tiene todo un seguro de vida.