Los aficionados rusos tenían prohibido por la UEFA acceder al Sánchez Pizjuán, pero gracias a la reventa algunos pudieron saltarse la norma.
El Sevilla había prometido sanciones a quienes revendieran sus abonos para los partidos de Champions, y ha comenzado a actuar en consecuencia.
Al no haber hinchas visitantes en ese partido, el Sevilla sacó un paquete de entradas promocionadas para los socios, advirtiendo que no fueran usadas para su reventa. Muchos hicieron caso omiso.
Se detectaron 198 casos de reventa, la mayoría correspondientes a entradas promocionadas, pero también ha habido algún carné 'alquilado'.
El club prevee sanciones para los infractores desde la retirada temporal del carné de socio a la definitiva. Ante el Liverpool se reforzarán estas medidas para lograr que la reventa, al menos en Champions, desaparezca.