El conjunto andaluz tiene muy presente lo ocurrido la pasada jornada ante el Spartak. Algunos socios sevillistas vendieron sus carnés a los aficionados del equipo rival, que tenían prohibido su acceso al feudo sevillista. Ante esta situación, el club hispalense abrió una docena de expedientes.
Con la lección aprendida, el Sevilla ha decidido ahora extremar la vigilancia en los aledaños del estadio para detectar este tipo de acciones. Sobre todo, después de anunciar que las entradas para la afición visitante ya están agotadas.
El encuentro entre ambos equipos, correspondiente a la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions, se disputará el próximo 21 de noviembre a las 20:45 horas.