Argentina está tocada y casi hundida, al igual que el '10'. Su semblante antes, durante y después del partido lo dice todo. Y al pasar por delante de los medios de comunicación, la historia no fue diferente.
Messi, con la cabeza agachada y las manos en los bolsillos, no podía dar más síntomas de tristeza. De decepción. Tanta que apenas se inmutó por los intentos de los periodistas de que dijese alguna palabra.
Ya durante el partido se le pudo ver superado por los acontecimientos, especialmente, con la sucesión de los tantos de Croacia. El azulgrana fue 'cazado' en varias ocasiones por las cámaras tapándose la cara y clavando la mirada en el suelo, una fidedigna reproducción gráfica del sentir y la situación de la 'Albiceleste'.
Detrás de la estrella de la Selección Argentina, que intentaba abstraerse de todo lo que oyó, estaba oyendo y le quedaba por oír, caminaba Claudio Tapia. El mandamás de la AFA, con rostro serio y paso ligero, parecía escoltar a un abatido Leo.
El azulgrana no atendió a los medios de comunicación, que, en cambio, sí pudieron conocer la visión en primera persona de Enzo Pérez, Sergio Agüero y Javier Mascherano.
21 de junio de 2018