La aplicación del calendario de fechas europeas en 2013 parece que no ha hecho nada de bien a la Liga Chilena, cuyos futbolistas no han parado de emitir quejas desde entonces.
Los motivos que ponen los jugadores es que el actual formato les trae problemas personales como no coincidir sus vacaciones con las de sus hijos, lo costoso que es conseguir colegios a medio año y tener que lidiar con contratos de vivienda anuales que se quedan a medio cumplir.
Además, los clubes han destacado que es negativo también de cara al fútbol internacional, ya que no tienen el mismo tiempo para preparar la Copa Libertadores que otros equipos extranjeros.