El Sporting se juega la permanencia en cada partido. hoy debía aprovechar que jugaba en casa para sumar tres puntos que le acercasen al Leganés, pero sólo acertó a sumar uno.
Enfrente tenía a un Espanyol con opciones remotas de entrar en Europa, pero que las ha tirado por la borda a cambio de un partido plácido en Gijón.
El Sporting lo intentaba, una y otra vez a través de Burgui, pero el muchacho no puede con todo. El Espanyol respondía siempre que podía castigando la banda de Douglas, de nuevo el eslabón más débil de los de Rubi.
En un fallo garrafal de éste llegó la ocasión más clara para los 'pericos', pero no tuvieron su día. Caicedo parece ya de vacaciones, y sólo la entrada de Baptistao en la segunda parte le dio otro aire al equipo.
Pero es ocurrió tras el gol de Víctor Rodríguez, claro. En el minuto 38 de partido, falta en la esquina del área de un Diego López que hoy parecía imbatible. Víctor le engañó, superó a la barrera y, en vez de colgarla, la colocó en el palo corto.
Muy felices se las daban en El Molinón, pero Baptistao demostró ser el único que parecía querer ganar este partido en el Espanyol.
De una jugada suya llegó el gol del empate, tras no encontrar a quien pasar, tirar millas por el carril central hasta ver el pase a Gerard Moreno y que éste batiese a Cuéllar previo amago.
El gol fue un mazazo para el Sporting, y tardó en recomponerse. Sólo cuando sintió el agobio del final inmediato del partido, los de Rubi apretaron de nuevo.
Y aunque al final tuvo un par de ocasiones para volver a adelantarse en el marcador, no pudo. Contrariedad absoluta, porque una victoria hoy era vital. Pero el fútbol es así. El Sporting sufrirá hasta el final, y el Espanyol casi que ya va cogiendo vacaciones.