No hubo sorpresas en el final de los octavos de final de la competición lusa y 24 horas después del pase del Oporto y del Braga, tampoco fallaron el Sporting y el Benfica.
Los primeros, por detrás del Oporto en la Liga, recibieron al Rio Ave, que sueña con acabar en la cuarta plaza y que se despidió de la Copa portuguesa sin oponer resistencia. La culpa la tuvieron el holandés Bas Dost y el maliense Abdoulay Diaby, que firmaron un gran partido con un doblete cada uno en el 5-2 final.
También colaboró en la goleada Bruno Fernandes, que con un zambombazo redondeó el marcador que dio el pase a los cuartos de final a un equipo que ganó su última Copa en 2015 y que quiere destronar al Aves, el vigente campeón.
El Benfica cerró la jornada ante el equipo más débil. El Montalegre, de Tercera División, puso más dificultades de las esperadas y estuvo a punto de sorprender al cuadro de Rui Vitória, que solventó su papeleta con un tanto del argentino German Conti.
El central del Benfica anotó el único tanto del choque con un buen remate a la salida de un córner con el que desatascó un choque que parecía destinado al éxito del Montalegre, que se despidió de la competición con honor y dignidad.
El Desportivo das Aves, vigente campeón, también sigue con vida en la competición tras superar al Chaves 2-0. Después de una primera parte sin goles, la aparición del guineano Mama Balde y de Vitor Gomes, dieron aire a un equipo que mantiene intacto su sueño de reeditar el título.
Antes, el Feirense, que pelea por no bajar de categoría, pudo con el Paços Ferreira. Tuvo que esperar hasta la tanda de penaltis después de 120 minutos que terminaron 1-1. Al final, el fallo desde los once metros de Vasco Rocha dio la clasificación a los hombres de Nuno Manta Santos
Y, por último, el Vitoria Guimaraes se unió a la nómina de equipos clasificados gracias a un gol del brasileño Dodo en los primeros minutos de la segunda parte. El Boavista, que suma 21 años sin estar en una final, añadirá uno más a la cuenta.