Día, una vez más, de sufrimiento en La Rosaleda en la carrera por la vuelta a la élite. El Málaga, dependiendo de los resultados, podría dejar atado de forma matemática este fin de semana el 'play off' y a buen seguro más de una uña caerá en el cemento del templo blanquiazul durante los 90 minutos.
También sería una noche de tiriteras para los maños de no ser por la racha de cuatro victorias en las cinco últimas jornadas que le ha sacado de la parte baja de la tabla. Así, este viernes ya pueden respirar tranquilos, al estar a nueve puntos de la zona de descenso cuando restan los mismos por disputarse.
De ambos equipos y el mismo sentimiento, el de sufrir, sabe mucho Apoño. El centrocampista logró una agónica salvación con el Málaga en 2010. Hasta aquella fecha, los 37 puntos de los de Muñiz tras empatar a uno ante el Madrid en La Rosaleda (con el de La Palmilla titular) fue el bagaje más bajo de una salvación en Primera.
Al año siguiente, el jugador fue cedido al cuadro aragonés y acabó resultando clave en otra permanencia dramática. El Zaragoza debía ganar en Getafe y que Villarreal o Granada no lo hiciesen. Y así fue.
Apoño precisamente fue el encargado de poner el 0-1 en el Coliseum, refrendando el triunfo en el último minuto con un tanto de Hélder Postiga. Ese 0-2, junto a la derrota amarilla ante el Atlético y la del Granada frente al Rayo, acabó descendiendo a los castellonenses.
El malagueño ayudó sobremanera al objetivo, anotando cinco tantos en los 17 partidos (16 como titular) que jugó con los maños.