El presidente convocó al técnico de la primera plantilla con la intención de tratar dos temas que le parecían de vital importancia. El primero, como es lógico, fue el mal momento del equipo.
Luis Enrique se mostró tranquilo y hizo hincapié en que lucharán por la Liga hasta el final y tratarán de remontar, aunque sea casi un imposible, la eliminatoria de octavos de final de Champions.
El segundo punto a tratar no fue otro tema que el trato que está recibiendo André Gomes. El portugués, al igual que otros compañeros, está señalado por la prensa y la afición, algo que incomoda al presidente.
El ex valencianista fue una apuesta personal de Bartomeu y el presidente está convencido de que triunfará en Barcelona, pero cree que necesita tiempo, por lo que le habría pedido a Luis Enrique comprensión y paciencia con él.