Las jornadas pasan, los puntos faltan y las prisas comienzan a aparecer en Segunda División. Cada partido entre rivales directos es un ejercicio de sufrimiento, como ocurrió en el Extremadura-Tenerife.
Ambos equipos quisieron guardarse las espaldas en el inicio del encuentro. Tanto el Extremadura como el Tenerife optaron por el balón largo, lejos de su portería y de los peligros que pueden suponer los pases en corto.
Dani Gómez, que se convertiría en héroe en la segunda mitad, marró ocasiones claras para poner por delante al Tenerife. Sí estuvo acertado Shaq Moore, que aprovechó un pase lateral raso de Álex Muñoz y un rechace en la defensa para empujar el balón a la red.
El Extremadura quiso reaccionar, pero se encontró antes del descanso con un penalti en una contra del Tenerife. Luis Milla aprovechó el regalo del cuadro extremeño para poner el 0-2 y la tranquilidad en el vestuario chicharrero.
Apareció la garra del Extremadura en el Francisco de la Hera. Consciente de que cada partido se convierte en una final, los de Mosquera se lanzaron cual animal de caza en busca de su presa.
Encontró su recompensa desde los once metros, no antes de que Álex Alegría, en una controvertida expulsión tras recibir un posible penalti, se marchase por vestuarios. Minutos más tardes. Nono marcó para poner emoción en el partido.
Fue entonces el momento de un Dani Gómez errático en el inicio de partido. Aprovechó el jugador del Tenerife primero un pase lateral raso de Luis Pérez y, para cerrar el partido, un tiro con el exterior.
No se quiso rendir el Extremadura sin dar batalla. Con el partido sentenciado, Zarfino probó el disparo, Ortolà hizo una parada extraña y el balón le llegó a Pinchi para dar un último suspiro de esperanza en el Francisco de la Hera.