El Eibar tocó fondo cuando cayó en Ipurua ante el Espanyol (1-2). Empezaron a encenderse las alarmas de peligro, pero Mendilibar nunca fue cuestionado. El técnico vasco tuvo temple y logró reconducir la situación.
Se empezó a ver mejoría en la quinta jornada, cuando el Eibar logró un empate sin goles a domicilio, ante el Levante. A continuación ganó dos encuentros seguidos (a Sevilla y Celta), y esta jornada logró empatar en el Villamarín a un gol.
Hace un mes el pesimismo empezaba a invadir a la hinchada 'armera', pero ahora la película ha cambiado. El Eibar ha renacido de la noche a la mañana, saliendo de la zona de peligro y situándose antes del parón en la comodidad de la media tabla.