La historia de Klopp es la de uno de esos tipos que nunca se rinde ante las adversidades. Lo ha demostrado en cada etapa de su carrera en los banquillos y, a buen seguro, tampoco lo hará después de los dos últimos golpes que ha recibido. Cayó en el Etihad ante el Manchester City, que se le acerca en la clasificación de la Premier, y el Wolverhampton le eliminó de la FA Cup. Pero no es algo que Jürgen no sea capaz de borrar.
Llegó al banquillo del Borussia Dortmund en la temporada 2008-09. Cogió un equipo que llevaba muchísimos años sin poder pelear por el título en Alemania y lo llevó de nuevo a la élite del fútbol europeo. Tras dos temporadas en blanco, el cuadro del Westfalenstadion sumó dos Bundesligas de forma consecutiva (2010-11 y 2011-12). Y fue entonces cuando el club volvió a despegar.
El conjunto que por entonces dirigía Klopp era uno de los más temidos en Europa. Robert Lewandowski, Marco Reus y Mario Götze hacían temblar a las defensas del resto de equipos. Tanto fue así que se plantaron en la final de Champions de la campaña 2012-13 después de superar en semifinales al Real Madrid.
Allí fue cuando sufrió uno de sus golpes más dolorosos el técnico alemán. Su máximo rival, el Bayern de Múnich, se impuso en la final que se jugó en Wembley. Desde entonces, los amarillos quedaron relegados al segundo puesto en la Bundesliga en los dos últimos años de Klopp en Dortmund.
Fue entonces cuando el entrenador decidió cambiar de aires e iniciar una nueva andadura en la Premier. Y Liverpool fue su destino. Los 'reds' llevaban varios años en los que no conseguían volver al primer plano del fútbol europeo, pero Jürgen es uno de los especialistas en convertir ese tipo de deseos en realidad. Y primero avisó con la Europa League.
En aquella final ante el Sevilla en la 2015-16 supuso un nuevo varapalo para el germano, que vio cómo se le escapaba una nueva final europea. A partir de aquella temporada, Klopp conseguiría devolver al equipo a la máxima competición del continente: la Champions.
Su última final ante el Real Madrid de la Liga de Campeones fue uno de los tropiezos más dolorosos para él, aunque también uno de los logros más importantes de su carrera. Pese a ello, fue el prólogo de la nueva era que se generaba de nuevo en Anfield con un equipo que podía aspirar de nuevo a todo.
Y así comenzó la temporada en Inglaterra. Tras una primera vuelta casi impecable, los 'reds' cayeron en el Emirates ante un Manchester City que sufrió de lo lindo para llevarse los tres puntos. Pocos días después, las rotaciones le pasaron factura y acabó eliminado de la FA Cup.
En el regreso a la Premier, Klopp tendrá que volver a levantarse. Pero el alemán es un experto en estos temas. El Brighton será el termómetro que medirá cómo está un equipo que estaba considerado como "el mejor de Europa" por Guardiola hace solo unas semanas.