Sudando la gota gorda, en el barro, de rebote... de la manera que sea, el Tottenham se encuentra a un solo rival de la fase de grupos de la Europa League, por lo que el entrenador José Mourinho está a 90 minutos de poder tachar el primer objetivo de esta temporada de la lista.
Los 'spurs' sufrieron frente al Shkendija 79, que demostraron que, en ocasiones, la garra y el pundonor pueden poner en aprietos a uno de los mejores equipos del fútbol inglés, aunque la evidente superior calidad del combinado londinense se acabó imponiendo en el electrónico.
Pronto, en el minuto 5, Erik Lamela inauguró el electrónico con un disparo raso y cruzado desde el corazón del área. Ambos conjuntos lo siguieron intentando durante un primer tiempo competido y con alternativas en ambas porterías, pero ambos conjuntos tomaron el camino hacia los vestuarios con el 0-1 en el marcador.
Fue después de la reanudación, en el 55', cuando Valmir Nafiue le hizo creer a los normacedonio que machada era posible. Pero al final, como suele ocurrir, la calidad y, sobre todo, el saber jugar un partido de este calibre, desequilibró la balanza.
Son Heung-Min aprovechó una concatenación de rebotes para volver a poner por delante al Tottenham en el electrónico y, ya en el tramo final del choque, Harry Kane, de cabeza, cerró el encuentro con el 1-3 y dejó a los 'spurs' al borde de la fase de grupos.