De nuevo se produjo en Francia una imagen a lamentar en el mundo del fútbol. El choque entre el Toulouse y el Montpellier se tuvo que suspender unos minutos por culpa de los ultras visitantes.
Los aficionados más radicales del Montpellier lanzaron gases lacrimógenos a la zona donde se encontraban calentando los suplentes del Toulouse.
Con el 4-1 en el marcador, el colegiado decidió suspender momentáneamente el encuentro, a la espera de que se disipasen los gases, unos gases que están prohibidos.
Finalmente, y después de que los futbolistas se hubiesen quejado de haber respirado dicho humo, el colegiado reanudó el encuentro diez minutos después de haberlo parado.