El tremendo fallo de Glykos en la final de la Copa griega

El PAOK que dirige el serbio Vladimir Ivic se llevó el triunfo en la final disputada en el estadio Panthessaliko de Volos y que acabó con el reinado del conjunto ateniense, vigente campeón, que acumula quince títulos además de otras siete finales.

El conjunto de Salónica terminó con su maleficio. Antes de la cita del presente curso había perdido trece finales. La más reciente en 2014.

Sin embargo, tomó ventaja en el marcador, con un gol del holandés Diego Biseswar en el minuto 24. La respuesta del AEK no tardó en llegar. Igualó en el 26 gracias al acierto de Lazaros Christodoulopoulos y el tremendo fallo del portero Panagiotis Glykos.

El equilibrio se mantuvo después, con alternativas para ambos equipos. Pero el cuadro de Manolo Jiménez fue incapaz de aprovechar sus ocasiones.

En el tramo final apareció el brasileño Pedro Henrique, que poco antes había saltado al campo desde el banquillo para sustituir al angoleño Djalma Campos, que marcó el tanto del triunfo en el minuto 81 para proporcionar a su equipo el quinto título de Copa de su historia y heredar el trono de su rival.

Antes del partido, las dos aficiones se enfrentaron en una batalla campal en los accesos y en el interior del estadio.