Un día fue presentado al mundo como el 'nuevo Pelé' y hoy tendrá que convencer a un modesto equipo de la Liga Polaca de que es suficientemente bueno como para jugar en Primera División.
Fue el joven que todos querían tener en su equipo en los tiempos en los que aún nadie conocía a Messi y muy pocos sabían quién era Cristiano Ronaldo. Pero Freddy Adu lo pagó.
Apenas tenía 14 años cuando debutó en la MLS. Había sido el número 1 del Draft de 2003, pero fue lo más alto que llegaría en su vida. Rápidamente pasó a ser un hombre-anuncio, o más bien un niño-anuncio. Dio la sensación de que se le olvidó jugar al fútbol y en Estados Unidos el 'boom' comenzó a apagarse.
Ya no le llegaban ofertas de los grandes y tuvo que optar por irse al Benfica en 2007, con sólo 18 años. De ahí pasó al Mónaco, con escasa suerte, y fue encadenando cada vez peores equipos -Aris, Philadelphia Union, Bahía, KuPS Kuopio- hasta que el modesto Tampa Bay Rowdies le dio cobijo, ya en 2015 y con 26 años.
En teoría estaba en la mejor edad para jugar al fútbol, pero sus apariciones se contaban con los dedos de la mano. No pasó de los 4 partidos en Bahía, de los 5 en Finlandia y de los 13 en Tampa Bay.
Y así le llegó la oportunidad del Sandecja Nowy Sącz, que ya le tanteó en el pasado mes de marzo. Su incorporación se frenó entonces, pero ahora ya es oficial que los polacos le harán una prueba. Podría ser su último tren a un máximo nivel que ya parece inalcanzable para aquel niño de la sonrisa afilada que rápidamente vio cómo el estrés de la vida real le apartaba primero de la felicidad y luego del fútbol de verdad.
Od dziś do soboty w naszym Klubie testowany będzie Freddy Adu! pic.twitter.com/xmnCThMbA4
— Sandecja Nowy Sącz (@SandecjaNS) 31 de julio de 2017