Si el año pasado lo hizo con Cristiano, en esta campaña Zidane ha decidido dosificar a Luka Modric desde el inicio. Los mimos del francés, de momento, tienen un patrón común: Modric siempre descansa antes de competir en Champions.
Como muestra, el 'botón' de Getafe. El croata no se vistió de corto en el Coliseum, manteniéndose fuera de la cita liguera y fijando la vista en el choque ante el Tottenham, un partido muy especial para él.
Antes, el centrocampista no disputó ni un minuto frente al Alavés (previa del choque ante el Borussia) ni ante el Levante, un partido que llegó después del primer parón internacional y días antes del debut en Liga de Campeones de los blancos.
De momento, el plan está dando resultados a Zidane. Modric cuajó un buen partido ante el Apoel y brilló en el importante triunfo del Madrid en Dortmund, donde dejó además una asistencia para el 1-3 de Cristiano.
Modric suma hasta la fecha 784 minutos, manteniéndose como el séptimo jugador con más tiempo sobre el césped. Una situación que dista mucho de lo ocurrido en la 16-17, ya que Zidane a estas alturas sólo dejó de contar con el croata en una ocasión.
Todo tiene que ver con la llegada de hombres como Ceballos, Llorente o el crecimiento de Asensio, que viene ocupando desde el inicio de la temporada una posición más cercana al centro del campo que al extremo. Todo por conseguir que Modric llegue fresco al tramo de la verdad.