El UCAM Murcia, líder de su subgrupo en Segunda División B cayó en la visita del Sevilla Atlético, que se encuentra en la séptima posición de la tabla de clasificados.
El conjunto murciano tuvo que hacer un cambio obligado a los siete minutos, puesto que Tropi, con un golpe, no pudo seguir sobre el terreno de juego. Y todavía quedaba mucha tela que cortar.
Fue un toma y daca en el que el primer golpe lo dio Luismi, y eso que Aketxe falló un penalti que paró Pastor a los 13 minutos del choque.
Pablo Espina sí que no erró su disparo desde los once metros y devolvió el empate a un marcador que no se volvió a mover hasta la segunda mitad.
Los universitarios tuvieron que remar de nuevo a contracorriente por el acierto de Bernal, aunque lograron devoler las tablas al compromiso por Pablo Espina, que firmó su doblete particular.
Pero la victoria se la llevó el filial del Sevila y con polémica. El árbitro pitó un penalti muy duduso, ya que Simon Bouzaidi cayó en el interior del área sin que fuera tocado por ninguno de los tres jugadores que tenía a su alrededor.
El colegiado vio pena máxima, la señaló e Iván Romero colocó el 2-3 definitivo.