Fue un partido trámite. No había nada en juego. El Chievo ya sabía que el próximo curso jugará en la Serie B. La Sampdoria era consciente de que no podría entrar en Europa.
Poca chica en sentido futbolístico tuvo el partido. Pero sí hubo un protagonista: Pellissier.
El jugador de Chievo anunció que colgaba las botas. Era su último partido con el equipo local. Y tuvo un merecido homenaje.
En el minuto 73, el técnico del Chievo le sustituyó. El encuentro se paró y todos los futbolistas, tanto del Chievo como de la Sampdoria, le hicieron el pasillo. La hinchada le dedicó una ovación que guardará para siempre en su memoria.
Más allá de eso, lo único reseñable fue la expulsión de Barba en el minuto 40. Pese a la superioridad numérica, la Sampdoria se mostró incapaz de superar al Chievo.
Un punto para el Chievo, otro punto para la Sampdoria y un duelo que pervivirá siempre en la mente de Pellissier.
19 de mayo de 2019