Era cuestión de músculo. Con ambos clasificados, tocaba echar un pulso para bien quién se clasificaba como primero. Y, claro, pese a que no sean sus mejores momentos históricos, el brazo de los 'red devils' es más robusto.
Costó creerlo en la primera mitad, en la que los de Solskjaer tuvieron flojo el gatillo ante un AZ Alkmaar que no inquietaba mucho pero que mantenía viva la llama de ganar y dar la sorpresa.
Sin embargo, al descanso, los mismos de la unidad B que no habían podido en la primera parte, se desataron. Y el partido, durante diez minutos se convirtió en la repetición de dos secuencias: gol y saque de centro.
Ashley Young, en posición forzada tras una jugada muy larga, desató la tormenta. A partir de ahí, se sucedieron las llegadas del United en manada al área holandesa. Dos de ellas llevaron la firma de Grenwood quien solo necesitó seis minutos para hacer doblete.
El último de ellos, a pase de un Mata que antes había conseguido el tercero transformando con seguridad un penalti que no admitió discusión.
Los pupilos de Solskjaer, pese a su irregularidad y su juego a rachas, abrocharon su clasificación en la cima a la espera de poder lograr avanzar y consolidarse como uno de los serios candidatos a conseguir el título de europa League.