El buen arranque de temporada que ha protagonizado Moussa Dembélé para el Celtic de Glasgow ha llamado la atención de media Europa.
El jugador ya estaba en las agendas de varios equipos de primer nivel el pasado verano, cuando su buena actuación en el Fulham, en el Championship, le abrió las puertas de la fama.
Sin embargo, fue el Celtic de Glasgow el que se llevó al francés con un golpe de efecto, y lo 'ató' hasta 2020. Iba a quedar libre de su vinculación con el club inglés y los escoceses se adelantaron a todos.
Un negocio redondo, porque sólo le costó 700.000 euros al club de Glasgow, y este mismo invierno podría dejar una auténtica millonada en sus arcas si, por ejemplo, el United sigue empecinado en llevárselo.