El partido parecía que se iba a ir al descanso con empate a cero. Apenas había rondado el United la portería del Wigan, pero entonces apareció la inconfunduble silueta de Fellaini para cabecear un centro de Schweinsteiger al fondo de las redes.
Todo el buen trabajo de la primera mitad del Wigan se fue al traste en la segunda. El modesto equipo, hoy visitante, tuvo que lanzarse al ataque y el United no tuvo piedad y goleó sin compasión a Haugaard.
Smalling, también de cabeza, remató un córner botado por Martial para hacer el 2-0 en el 57'. Mkhitaryan hizo el tercero, también a pase de Martial y Schweinsteiger culminó la goleada con el cuarto tanto, una poco ortodoxa chilena.
Un partido fácil que ha servido para que Bastian Schweinsteiger no solo volviese a jugar un partido, sino para que lo redondease con un gol y una asistencia.