El Manchester United sigue metido en la pelea por la Champions, a cuatro puntos de la segunda plaza y a un mundo del liderato, batalla que tiene prácticamente ganada el Chelsea. Sobrevivió el equipo de Mourinho a la peligrosa visita al Riverside Stadium.
El Middlesbrough, ya sin Karanka, intentó plantarle cara a un equipo muy remozado, sin Ibrahimovic, sin Pogba, con tres centrales... y con Fellaini, que se rebeló ante las críticas con un buen testarazo en el 0-1. Rompía así el United unos minutos de poco fútbol y mucho tanteo.
La presión del 'Boro' no le llevó a mucho y su torpeza cara al gol le privó de haberle sacado los colores a un United que remoloneó hasta encontrarse con el 0-2 gracias a un latigazo de Lingard que perforó la escuadra de Valdés, que pese a desesperar a Rashford, no pudo frenar al resto del equipo.
Y el 0-2 permitió a los 'red devils' echarse su típica siesta en los partidos. Las que le ha llevado a más de uno y de dos sustos. Un lamentable despeje de Smalling permitió a Gestede acortar distancias y desatar el pavor. Despreció el balón el equipo de Mourinho y Negredo rozó el empate en varias ocasiones.
Hasta que Valencia espantó los fantasmas en el descuento tras un resbalón de Valdés que le dejó el 1-3 en bandeja. Este United parece haber aprendido a jugar con fuego y no quemarse. Después de tantas quemaduras este año, parece una buena señal.