El Valencia ha tirado la posibilidad de lograr una victoria balsámica y clave en El Sadar. Lo ha hecho ante un equipo que prácticamente tenía pie y medio en Segunda, pero que ha demostrado que luchar hasta el final está en el ADN de Osasuna. Marcado a fuego.
Los 'rojillos' han sido mejores en líneas generales que el conjunto 'che', pero la calidad de los hombres de ataque del conjunto valencianista, que pueden no estar bien, pero buenos, son, de eso no hay duda, casi provoca que se llevasen los tres puntos de un partido con muchos errores defensivos por parte de ambos conjuntos.
Contundente comienzo 'che'
Veinte segundos tardaron los visitantes en tener una clara ocasión de gol. Munir centró desde banda derecha, Rodrigo peinó y Santi Mina, sólo en área pequeña, mandó el balón a las nubes. A los dos minutos, un centro de Siqueira fue muy bien rematado por Munir, que puso el balón lejos del alcance de Mario.
Osasuna no acusó el golpe y tardó poco en recuperarse. Concretamente, cinco minutos. Mario Suárez, que jugó de central, trató de controlar dentro del área pequeña un balón y Oriol Riera estuvo rapidísimo para llevarse el esférico y mandarlo al fondo de las mallas de la portería defendida por Diego Alves.
Los locales, espoleados por un Sadar encendido, trataron de marcar el segundo, pero no estuvieron atinados en el último pase. Cuando todo apuntaba al empate al descanso, el '9' 'rojillo', al tratar de despejar un balón en un córner, mandaba el encuentro a los vestuarios con un injusto 1-2, al meter el esférico en su propia portería.
Osasuna tira de épica
Los de Vasiljević salieron como un ciclón y obligaron a trabajar a Diego Alves, que tuvo que despejar a córner un magnífico disparo de Roberto Torres. Pero el canterano no perdonó en la segunda que tuvo y empató el partido con un zurdazo inapelable desde el borde del área.
El tanto noqueó al Valencia, que se tambaleó en la lona durante unos minutos. Pero la calidad de los futbolistas del conjunto 'che' volvió a decidir. Montoya se vistió de '9' improvisado para culminar una jugada que él mismo empezó y puso el 2-3 en el luminoso. Pudo llegar el 2-4, pero Parejo falló un penalti provocado por Santi Mina.
Perdían tiempo los visitantes, conocedores de que los tres puntos eran imprescindibles, pero no contaban con Clerc. El lateral, cuyo partido fue antológico, logró el gol del empate en el minuto 92 y El Sadar estalló de alegría. Lo buscaron los de Vasiljević y lo lograron. El fútbol, sin que sirva de precedente, fue justo con los méritos de unos y otros.
Un punto que a Osasuna le sirve para creer y al Valencia para distanciarse del Sporting, aunque, a buen seguro, no sabrá igual para unos que para otros.