El curso pasado el Valladolid tuvo que poner un tope de abonados porque la ilusión amenazaba con saturar el estadio. El Nuevo Zorrilla tiene una capacidad para poco más de 26.500 espectadores, y el Pucela 'cortó' en 20.000 los abonos disponibles para la temporada.
Con una asistencia media de 19.000 aficionados, puede decirse que la campaña fue un éxito de público, y esta temporada amenaza con repetirse la misma situación.
Porque aunque todavía no se han anunciado cuáles serán las tarifas para la próxima temporada, o si habrá algún tipo de oferta o bonificación, y ni si se ampliará el límite de afiliados, ya se han apuntado casi 3.000 personas a la lista de espera para conseguir un abono. En sólo 48 horas desde que se volvieran a abrir las listas de espera.
Los abonados de la temporada pasada tendrán prioridad de cara a la renovación, entre ellos los 9.000 incondicionales que vieron premiada su fidelidad el pasado curso con un abono gratis.