Mazazo para el Getafe. Victoria importantísima para el Villarreal. Era una final en toda regla, entre el quinto y el sexto,a quienes apenas les separaba un punto, y han sido los de amarillo los que se han llevado el gato al agua.
Calleja lo advirtió. Iba a ser una guerra, y cada uno iba a disputarla con sus armas. Esperaba que el Getafe saliese a morder, a asfixiarle, y él pretendía ganar con toque, circulación de balón, e incluso con balones filtrados y pases largos. Lo que no se iba a imaginar es que su arma secreta fuera a ser el VAR.
El encuentro cumplió con las expectativas. Efectivamente, el Getafe hizo su fútbol. Con un centro del campo hecho de cemento armado, anuló por completo a la medular castellonense, presionó hasta la asfixia a su rival e intentó hacerle daño con rápidas transiciones, sobre todo por las bandas.
El Villarreal trató de responder a ese escenario con los ya citados balones largos, pero Cazorla no estaba cómodo. Era difícil teniendo a dos o tres perros de presa encima cada vez que tocaba balón.
La más clara del Villarreal en todo el primer tiempo llegó pasado su ecuador. Ontiveros se animó a pegarle duro desde fuera del área, y por poco no vio puerta. Seis minutos después, en el 30', justo antes de la pausa, Nyom, en lo que estaba siendo la tónica habitual del primer tiempo, centró al área y Maksimovic cabeceó a las manos de Asenjo.
Insistió el Getafe con sus llegadas desde el flanco derecho, explotando la potencia física de un Nyom que parecía imparable, y llegó a someter a su rival. Deshizo al Villarreal, que agradeció como nadie que llegase el descanso.
Pero tras el intermedio, más de lo mismo. Necesitaba aire fresco el Villarreal, no solo los 15 minutos de descanso estipulados. Calleja movió el banquillo y metió a Moi Gómez en lugar de un Samu Chukwueze muy discreto en este encuentro.
El cambio, sin embargo, apenas tuvo impacto, por el momento. Bordalás también movió ficha, pero no arriesgó. Sentó a Mata y metió a Hugo Duro, hombre por hombre.
Siguió apretando a su rival el Getafe, pero entonces, en un chispazo, todo cambio. Cazorla logró revolverse y filtrar un balón a la carrera de Moi Gómez, este se plantó en el área y encaró a David Soria. Y cayó en el área.
El árbitro, Xavier Estrada Fernández, pitó penalti y amonestó al guardameta local. Pero el VAR le advirtió de que la jugada necesitaba revisión. Tras unos segundos de análisis, se determinó que David Soria no tocó el balón, y que si lo hizo, no lo suficiente para desviarlo de la trayectoria del rival.
Penalti que indigó al Getafe, y que convirtió, chutándolo a la derecha de David Soria, Santi Cazorla. Fue un jarro de agua fría para Bordalás, que se metió en el banquillo y solo acertaba a negar con la cabeza y a refunfuñar.
Se le había ido al traste el partido, el planteamiento, con una única acción aislada. Le tocaba arriesgar, demostrar que su Getafe también puede luchar contra la adversidad. Y deshizo su rocoso centro del campo para meter un segundo delantero, Ángel.
La jugada le salió bien. Volvió a encerrar al Villarreal en su área y, con un córner sacado en corto, Portillo conectó con Hugo Duro, a quien la zaga amarilla había dejado solo, y este hizo el empate a uno.
Pero la alegría duró muy poco. Cuatro minutos después, en el 84', Moi Gómez otra vez quiso ser protagonista. Reclamó un penalti de Arambarri, en un balón dividido en el área del Getafe.
De nuevo el VAR hizo acto de aparición, y determinó que, en efecto, después de que el futbolista visitante golpease el balón, su rival le golpeó a él en el pie. Y como está siendo habitual esta temporada, eso se sancionó con penalti.
Penalti que de nuevo pateó Cazorla, y con el que volvió a engañar a un David Soria que ahora se tiró hacia su derecha, pero se encontró con que el capitán rival se lo había lanzado al centro.
Ya no le quedaba otra, con cuatro minutos más el alargue, que jugar sin red al Getafe. Daba igual perder por dos que por tres, pues habían perdido en La Cerámica previamente. Solo ganando tendrían el golaveraje a favor.
Quemó sus naves Bordalás. Metió un tercer delantero y volcó a los suyos al ataque. Jugaba con fuego, y se acabó quemando. Cayó de pie el Getafe, dando la cara, pero siendo ajusticiado por una contra que culminó Rubén Peña, reconvertido a extremo por los cambios, a pase de Gerard Moreno.
Mazazo del Villarreal al Getafe. Se afianzan en la quinta plaza los de Calleja y se atreven a soñar con la Champions, en manos de un Sevilla que visita San Mamés y que aventaja en estos momentos en solo tres puntos a los castellonenses.
Difícil papeleta para el Getafe con la derrota, pues podría perder la sexta plaza a manos de la Real, si los 'txuri-urdines' ganan al Granada. Su consuelo, tener el golaveraje ganado al Valencia, octavo.