El Charleroy-Gent cerraba la jornada belga. Último contra tercero del 'play off' por el título. Y el encuentro comenzó movido. Porque el VAR se había averiado.
No había posibilidad de comunicación entre la sala de vídeo y el árbitro de la contienda, y los asistentes de vídeo no pudieron advertir a su colega sobre el césped de las cosas que pasaba por alto.
Se trabajaba contrarreloj para restablecer el pleno funcionamiento del VAR, y entonces llegó la jugada polémica del partido. Gigot derribó a Bedia en el área del Gent, y el colegiado, Bram van Driessche, ante el silencio del VAR, decidió dejar seguir el juego.
Se salvó el Gent de un penalti en contra, o algo peor, por una avería inoportuna del sistema de videoarbitraje. Vivir para ver.