El defensa blanco, entre otras cosas, habló de la clave del éxito que ha llevado al equipo blanco a su cuarta final en cinco años: "Hemos tenido equipos distintos y siempre con muchos cracks, pero el espíritu de ahora es buenísimo. Quizá antes hemos vivido un vestuario dividido, pero ahora el clima es muy bueno y el que iba a desviarse ha acabado metido en vereda. No hay egos ni protagonismo individual por ninguna parte. Cuando el equipo gana, individualmente todos salimos ganando".
Tales son las sensaciones y todo lo ganado hasta ahora, que el propio Ramos calificó al actual Real Madrid como un equipo de época: "Tardé ocho años en jugar una final, así que yo valoro mucho eso. Somos un equipo de época, camino de ser un equipo de leyenda. Ahí están los números: 4 finales en 5 años".
Para el camero, además de la unión en el vestuario, lo que hace que este Madrid sea un equipo de época es también la calma en todos los ámbitos: "Cuando llegué al Madrid había cambios de entrenador, de presidente... pero ahora hay más estabilidad. Este vestuario no tiene egos, somos una familia".
Pasando a hablar de la final, Ramos soltó un discurso: "Tenemos la oportunidad de reivindicarnos y de defender nuestro título otra vez. Parece que nos han regalado una nueva final, pero cuesta muchísimo estar aquí. Hay que disfrutarlo, ojalá podamos ganar. Hemos hecho ver fácil lo difícil. Llevo muchos años en el Madrid y me tiré siete u ocho años que no rascábamos bola".
"Cuando se gana una Champions te llega una sensación increíble. En la final de la 'Décima', el Atlético iba a por el champán y las camisetas al vestuario y pudimos ganar la Champions y cambiar la historia. Prefiero no meter ningún gol en 20 años y ganar las Champions. El Madrid nunca ha dejado de creer que la podía ganar otra vez y ahora nos toca intentar ganar esta tercera seguida", añadió.
Por último, aseguró que grabar su nombre en el marcador no es prioritario para él: "¿Marcar? Trataré de dejar la portería a cero, si luego tengo la suerte de marcar, genial".